lunes, 13 de septiembre de 2010

It's been a hard night's day

Tras mucho tiempo sin actualizar y con unas semanas demasiado ocupadas he conseguido sacar un ratillo para escribir. Me gustaría hablar de otras muchas cosas, pero la actualidad manda, así que hablaré de mis últimas andanzas.

6.30. P.M. Banco de enfrente de la Casa Blanca. Pelayo y yo nos sentamos agotados después de todo un día dando vueltas por un mall, uno de estos faraónicos templos del capitalismo que tanto gustan por aquí. Levantarse costaba y mucho, pero el plan tenía buena pinta, así que nos armamos de valor y nos metimos en el metro. Última parada de la línea verde (ya ni siquiera estábamos en el Distrito de Columbia, habiamos llegado a Maryland, léase quinto pino). Nos bajamos y cogemos un autobús hasta National Harbor, una zona de compras y embarcaciones de recreo a los pies del Potomac.


Estábamos los dos solos en el autobús. Para ir a donde íbamos debería haber mucha más gente. Última parada del autobús. "Tú, tú, Deivid, que estas tienes camisetas de los Beatles" me dice Pelayo. Las de las camisetas se rieron y respondieron en español: "Sí, váis bien, es un par de cuadras más allá". Supusimos que la chica no hacía referencia a ningún establo sino a las manzanas y seguimos el rastro de camisetas de los Beatles.

"...I´m in love with her and I feel fine..."

Conforme avanzábamos la música se oía más. Al final de la calle unos cartelones nos confirmaron que habíamos llegado bien. Era "Abbey Road on the River, the world's largest Beatles inspired festival". Miles de fans de los Beatles en más de cien conciertos de "tribute bands" de los Beatles, proyección de sus películas, colecciones de sus trajes, conferencias...



Entramos corriendo y empezamos a ir de concierto en concierto de grupos de todo el mundo tocando sus canciones hasta que llegó el concierto estrella de la noche: 214 canciones de los Beatles tocadas sin interrupción por el mismo grupo. Todo iba genial hasta que se nos ocurrió mirar los horarios de vuelta de los autobuses... El último había salido a las 11:30... demasiado tarde... "¿Y ahora qué hacemos?" La opción del taxi no parecía viable porque estando en el quinto pino y al precio de los taxis aquí, de $100 no bajaba. ¿Coger una habitación de un hotel? Viendo la pinta del hotel, más caro que el taxi seguro. Y el siguiente autobús no salía hasta las 8:25 de la mañana siguiente. "¿Qué hacemos entonces?". Por lo que pudiera pasar decidimos comprar provisiones (wraps a la Maria Elena Elena) y ya improvisaríamos sobre la marcha...



Acabado el último concierto decidimos explorar el hotel, porque, al fin y al cabo, ¿qué más podíamos hacer? Empezamos a caminar y caminar por unos pasillos inacabables y encontramos desde un cuarteto de cuerda tocando en medio del pasillo hasta... hasta... hasta una convención de la Asociación de Comercio de Uganda. Intentamos camuflarnos en la fiesta, pero el que no estuvieramos interesados en las rutas comerciales Kampala - Dar es Salaam que nos mostraban y el hecho (quizá más notorio) de que eramos los únicos blancos hizo imposible que nos integráramos en la fiesta, ni siquiera cuando Pelayo se puso a imitar a Léopold Sédar Senghor (para más datos consultar la página 217 del libro "Historia del Mundo Contemporáneo", 1º Bachillerato, Ed. Edelvives).



El cansancio comenzó a hacer mella y empezamos a buscar un sitio para dormir mientras yo me preguntaba en qué momento de mi vida dejé de ser un caballero y me convertí en un polizón de hoteles de lujo. Un family restroom parecía bastante cómodo y podíamos encerrarnos para que no nos molestara nadie, pero pensándolo dos veces, la imagen que podían dar dos tipos encerrados en un baño no era demasiado atractiva (por no mencionar que casualidosamente las pulseras del festival eran banderas del arco iris...). Desechada la idea, e intentando esquivar a los de la limpieza (especialmente a uno con el que nos habíamos cruzado diez veces en un par de horas y que ya nos miraba con recelo) nos metimos detrás de unas escaleras donde nadie podría molestarnos. ¿Nadie? La patrulla de la limpieza nos persiguió y comenzó a pasar la aspiradora al lado de las escaleras. Ya agotados, nos tiramos en un sofá de cuero en mitad de un pasillo y pudimos dormir hasta que una señora que fingía estar preocupada por nosotros (tirados en un sofá y medio muertos, tenía cierta lógica la preocupación) nos echó.

Desnutridos, con frío y sueño salimos fuera a esperar al autobús, pero no llegaba... Una hora más tarde nos montamos y, no recuerdo muy bien cómo, pero llegamos a la cama. Estábamos tan cansados, que ni siquiera una paella a la que nos habían invitado nos logró levantar...

Así que, imitando a Clara, mi consejo de hoy es: antes de ir a un festival de los Beatles en el quinto pino, mira los horarios de vuelta de los autobuses, porque we should have known better...

.....

6 comentarios:

  1. Yeah, public transport in the US must really suck! Aqui los taxis son taaaaaan baratos que es como tener chofer xD! Me da una envidia el festival este... Yo me monto festivales en el cesped de la resi con el hippy y su guitarra =)

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  2. Pffff, stop complaining you will remember that epic night for the rest of your living existence!! you guys, had fun for sure! envy consumes my soul!!!!!!!

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  3. Pues sí Teresa, public transportation sucks y cuando me dicen que Washington tiene el mejor metro del país no quiero ni pensar como será en otros sitios...

    En el festival nos acordamos de tus bailes en la barbacoa de Afri porque había una hippie bailando como tú (sin tanto estilo, todo hay que decirlo)

    Y, sí Tommy, tienes razón, la verdad es que fue una "epic night" y nos lo pasamos muy bien porque entre la risa floja de la desesperación y los personajes que nos encontramos a lo largo de la noche... Pero ya sabes que si yo no me quejo me falta algo XD

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  4. Odio el transporte público americano!!! con lo poco que les gusta andar deberia ser mejor verdad? una mierda, echo de menos el metro de madrid (vuela).
    por lo demás, adoro tus aventuras ya lo sabes jajaja me rio demasiado :)

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  5. jajja me parto. super freak eso de la pagina del libro de primero de bachillerato..me has dejado FLIPADA (léase atónita, alucinada, extra-soprendida, en estado de shock... whatever)xD
    PD. Me uno a lo del transporte público: Hora y media esperando un maldito autobus y terminamos cogiendo un taxi...con eso te digo todo

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  6. jajajaja cojonudo Deivid!! nos hemos reído un montónnn!! Nos ha encantado el toque de la canción! Un buen cierre!
    Y con respecto al transporte público... no hay más q añadir! es una mierda! nosotras tardamos 45min en llegar a pacific beach (la playa mas cercana) en bus, cuando en coche son 10min!
    Sin embargo, tuvo q ser way el festival!!!!!!!!!!

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