sábado, 30 de octubre de 2010

De corridas y carreras...

Después de los exémenes y de la pereza postexamenil ya ha llegado la hora de que escriba un poco en el blog.

Eran las tres de la mañana y después de una larga sesión de Skype, pensaba meterme en la cama y dormir lo poco que me quedaba para el día siguiente, pero como siempre algo tenía que ocurrir. Oigo como se abre la puerta y entra gente. "Bueno, fingiré que estoy dormido y así me dejarán en paz", pensé yo. Demasiado tarde. Mi achispado compañero de piso entró para suplicarme la inmediata evacuación de mi habitación, pero esta vez por propia voluntad, sin necesidad de alarmas ni policías. ¿La razón? Se había traído a una negra (sí, una negra, porque no soy racista, pero daltónico tampoco...) con la que pensaba no precisamente jugar al parchís. "Yo te saco el colchón al salón y lo que tu quieras, pero por favor tío, déjame por lo que más quieras" me decía. Tras cinco minutos de súplica acabé cediendo y salí al salón. "Una hora y no más eh, o te aporreo la puerta hasta tirarla abajo" le advertí.

Al final acabó la negra entrando en la habitación y soltó: "uy pues que pequeño es esto..." Me contuve para no mandarla de una patada al Hilton, a ver si allí se sentía más cómoda y me senté en un sillón. "¿Y qué hago yo ahora? Si son las tres de la mañana..." Antes de que me diera tiempo a pensar, una ruido estruendoso a todo volumen comenzó a salir de los altavoces de mi compañero de piso. "Lo que me faltaba; ahora me pone bakalao" Sin embargo mientras protestaba para mis adentros la canción acabó y dio lugar a un silencio sepulcral que una voz rompió de inmediato: "Oh my God!", "so good!", a lo que siguieron una serie de consideraciones sobre longitud que mi querido sistema métrico logró que no entendiera. ¿Dónde estaba ahora el chunda chunda? ¡Bendito chunda chunda!



En un entreacto (y nunca mejor dicho), me llaman al teléfono. Era Pelayo que quería compartir conmigo una mis habituales experiencias: las alarmas. Había tenido que bajar a la calle en pijama en mitad de la noche por una de estas alarmas. Mientras le contaba lo que estaba sucediendo a tres metros de mis oídos, vi como había pasado ya una hora. ¿Voy y les echo? ¿Comienzo a golpear la puerta? Bueno, seré condescendiente y esperaré un poco más. A los cinco minutos todos los ruidos y alaridos pararon súbitamente y la negra salió corriendo por el salón mientras que mi compañero gritaba "las motos, las motos". Efectivamente, la había mandado a paseo porque no quería perderse el mundial de motociclismo. Minutos después volví a la cama intenado escapar de mi particular Sodoma y Gomorra.



Y esta es una de tantas a las que por suerte o por desgracia me estoy acostumbrando, pero antes de nada me gustaría aclarar un par de cosas:

   - No, señora, no quiero condones gratis aunque me de una galleta de peanut butter si cojo uno y no, no tengo una conducta irresponsable y soy totalmente consciente de las ventajas del sexo seguro, pero por favor, míreme, a mí, como a las hamburguesas del McDonald los pepinillos, los condones me sobran.

   - Y no, no quiero probar el LSD para que me lleve a una "neeeeeew dimension", me encuentro muy a gusto en esta.

   - Y por último no, no quiero ir a un club de streap tease por mucho que hoy haya dos por uno en boobies; la próxima vez que quiera ver pechugas y jamones me iré a la carnicería de la esquina.

Aquí acaba el número de hoy. El próximo acto de mi astracanada americana: el Emperador Palpatine  bailando Lady Gaga en un club gay... Seguiremos informando.

5 comentarios:

  1. Hay davidddddd no me he podido reir mas!! jaja, te lo juro, esto es de publicacion! pablo tambien se esta descojonando con lo de tu compi de piso y las motos!

    jajajajja. quiero ya el segundo post!!!

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  2. Jajajajajajajaja, me muerooooooooo!!!! Eso aquí sería imposible xDD Mi roomie es muy china y casta!

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  3. jajaj muy bien contada la historia xD me he vuelto a partir de risa..!!!

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  4. jajajaja en persona m reí, pero ahora más aún jaja sobre todo con las frases del final. Aunque dave, a las hamburguesas no les sobran los pepinillos, me encantaaaaan.

    Pobre chico, menos mal que yo a Trish no le hago eso..ni ella a mi xD

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  5. Vaya, me avisa Deby de que tienes un blog y me encuentro esto: nada mejor para echarse unas risas xD.

    Como mi perro haga eso aquí en Cartagena lo ahorco ;)

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